Tu perro roba comida de la mesa, de las manos de la gente, o intenta hurgar en la basura cuando nadie lo ve. Aquí te explicamos cómo actuar en estos casos y el motivo por los que lo hace.

¿Por qué tu perro roba comida?

La razón de esa predilección por comer puede ser muy diversa:

• Experiencias por privación de comida: esto puede originar un comportamiento anormal frente al alimento. Sin embargo, no solo un perro roba comida cuando ha pasado hambre en algún momento de su vida. Hay muchos otros motivos que no tienen nada que ver con la privación de alimento.
• Razas predispuestas genéticamente: algunas razas como los Beagle, los Golden Retriever o los Labradores tienen fama de tragones. Algunas razas muestran especial predilección por la comida. La ventaja es que también te será muy fácil adiestrarlo mediante premios comestibles.
• Falta de una rutina de alimentación correcta: un perro roba comida, en ocasiones, porque algunos propietarios no son consistentes con los horarios de las tomas diarias y no respetan una pauta estable para la alimentación de sus perros. Este hecho puede generar ansiedad en el perro y dar como resultado el robo de comida.
• Recuerdo de un refuerzo positivo: a veces se da simplemente porque un día lo probaron y obtuvieron una suculenta recompensa. Una conducta que se ve recompensada positivamente tiende a repetirse y hacerse rutina. Por eso es tan importante ponerle remedio cuanto antes, para que no se perpetúe.
• Aburrimiento: algunos canes hurgan en las basuras cuando se quedan solos en casa por falta de estimulación ambiental. Es decir: la basura siempre puede ser una gran distracción.
• Estrés o ansiedad: como con las personas, algunos perros comen como respuesta a una situación de estrés o ansiedad. En estos casos la solución al problema tiene que ver con una mala gestión emocional de ciertas situaciones que incomodan al animal.

¿Cómo lograr que tu perro no robe comida?

Cuando tu perro roba comida ello se convierte en un problema

Para tu perro: porque puede comer algo que no debe y ponerse enfermo.

Para su propio dueño: puede generarse una situación incómoda en la que su perro haya asustado o molestado a alguien.

Soluciones prácticas

Consejos prácticos para modificar esa conducta engorrosa:

Autocontrol del perro: algunos perros son muy impulsivos y no muestran ningún tipo de autocontrol. Un perro equilibrado es capaz de mostrar autocontrol en cualquier situación cotidiana.

Debe entrenarse desde que el perro es cachorro. Para los adiestradores profesionales los “ejercicios de control de impulsos” son imprescindibles.

Pautas de alimentación estables y predecibles: es importante que el perro sepa que siempre va a recibir su alimento diario y que nunca va a quedarse sin él. Si tiene esa necesidad cubierta, reducirá su ansiedad a la hora de cubrirla. Es importante mantener unos horarios más o menos regulares para las tomas de alimento y no variarlos.

Que el perro coma antes de comer nosotros: si tu perro roba comida, lo mejor que puedes hacer es procurar que, cuando vas a poner la mesa, no tenga hambre. De esa manera reducirás su motivación por hurtar. Si está saciado, no tendrá necesidad de robar alimentos.

No dejar la basura al alcance del perro: algunos perros se dedican a hurgar en la basura en cuanto se quedan solos en casa. Para solucionar este problema no hay mucho más que hacer que asegurarnos de que el perro no pueda tener acceso a la bolsa de basura. Para esto prueba con rociar el cubo de basura con fragancia de citronella, puesto que es un olor desagradable para el olfato canino y repele a los perros.