Hay estudios que señalan que el 40 % de los gatos sufre sobrepeso. En todo caso, son los gatos que viven en casas y llevan una vida sedentaria los que tienen un mayor riesgo de engordar. Nos olvidamos de que tienen instinto cazador y su naturaleza consiste en saltar, trepar y cazar. Al tenerlos en casa pasan a una vida más sedentaria y sustituyen estos estímulos por una vida contemplativa. Así pues como resultado, tendremos un gato obeso.
Tener un gato obeso no es solo un problema estético. Acarrea diversos problemas de salud: diabetes, artritis, hígado graso, displasia de cadera, problemas de corazón y circulatorios, complicaciones urinarias…