Las garrapatas en perros; son uno de los parásitos externos cuyas picaduras afectan con más frecuencia a los animales de compañía.
Durante los periodos de latencia se encuentran en la vegetación o el suelo. Esperan a que un posible hospedador pase a su lado; las garrapatas se ven atraídas por el calor que emiten, y se enganchan por contacto directo.
Aunque se pueden observar en cualquier región del cuerpo, tienen predilección por las zonas ventrales y con piel fina como la cara, las orejas, las axilas, las ingles y entre los dedos.
Pese a su régimen alimenticio a base de sangre de su hospedador es muy difícil que provoquen anemia en nuestro perro, salvo infestaciones masivas. Generalmente no producen ningún malestar ni picor. Aunque en ocasiones se puede llegar a infectar la herida que genera el aparato bucal de la garrapata, si no se ha retirado correctamente y han quedado restos en el interior de la piel del animal.
La peor de sus consecuencias es la transmisión de enfermedades infecciosas a través de su saliva. Estas actúan como vectores o vehículos de agentes patógenos. Algunos de los cuales afectan también a los seres humanos. No todas las garrapatas los transportan, pero algunas pueden incluso vehicular más de un agente.
La transmisión de estas enfermedades es exclusivamente a través de la garrapata, nunca a través del contacto con nuestro perro. Algunas de las más frecuentes son:
La mejor forma de prevenir enfermedades en los perros, es evitando que la garrapata pique con collares y pipetas que impiden la picadura con una gran eficacia.
Así pues con los collares y las pipetas antiparasitarios, obtenemos la seguridad que nuestro animal necesita. Nosotros en Huellacanina recomendamos los collares de Scalibor y las pipetas de Advantix.