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¿Es bueno dar huesos a los #Perros?

¿Es bueno dar huesos a los #Perros?

¿Es bueno dar huesos a los perros? Siempre se ha creído que los huesos de pollo son buenos para los perros.

Los huesos no constituyen un alimento adecuado para ellos. Los huesos tienen un peligro añadido para los perros: pueden provocar perforaciones del aparato digestivo, atragantamientos y oclusiones intestinales.

Los huesos no son un alimento idóneo para los perros.

No proporcionan un buen aporte nutricional: contienen mucha proteína pero de baja biodisponibilidad. Aunque aportan fósforo y calcio, hay otros alimentos más digestibles que también contienen estos elementos.

Entonces a la pregunta si es bueno dar huesos a los perros, responderemos:

  1. Los huesos de pollo para perros, y cualquier otro aunque en menor medida, pueden provocar oclusiones y perforaciones intestinales, especialmente los huesos cocinados.
  2. Pueden provocar atragantamientos.
  3. Huesos crudos sí, huesos cocinados no. Las dietas BARF o ACBA se componen de un 60%-80% de huesos carnosos crudos. Estas dietas aconsejan que los huesos que se dan al perro sean siempre crudos, nunca cocinados. El peligro principal de los huesos cocinados para los perros radica en su cocción. Al cocerse, los huesos pueden perder agua y el colágeno. Convertiéndose así en huesos que se astillan a diferencia de cuando estaban crudos.

Ojo con los huesos de pollo

La mayoría de veterinarios están en contra de dar huesos a los perros para comer por los peligros relacionados que ya hemos comentado.

Los huesos de pollo, o de ave en general, suelen ser astillosos y demasiado finos. Presentan un gran riesgo: pueden clavarse y perforar con cierta facilidad el aparato digestivo del perro. En estos casos, es necesaria una intervención quirúrgica para salvar la vida del perro. En cuanto a los huesos para perros que no son de pollo, algunos expertos dicen que cualquier hueso medianamente blando, estando crudo, es apto para que lo coma un perro, siempre que se acompañe de la carne que lo rodea. Esto es porque los huesos se ablandan con el masticado y el salivado y, junto a la carne. Se convierten en una pasta que no supone un peligro para el tracto digestivo del perro.

En conclusión

  • Los huesos no son el alimento más recomendable para los perros por su peligro de provocar oclusiones y perforaciones intestinales y porque no proporcionan un aporte nutricional adecuado
  • Los huesos de pollo para perros son los más peligrosos porque se astillan con facilidad
  • Si optas por una dieta natural, procura siempre que los huesos que le das a tu perro sean crudos y nunca cocinados. Estos últimos tienen mayor riesgo de astillarse.
En HuellaCanina.com disponemos de una amplia gama de alimentación para tu mascota rica en los nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo.

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