Cepillar periódicamente a tu perro hará que esté más limpio y reforzará el vínculo que tienes con él. Te damos unos consejos de cómo cepillar a tu perro de forma correcta.

1. Lo primero y primordial que hay que tener en cuenta es que los cepillos tienen que estar limpios. Independientemente del tipo seleccionado, es fundamental establecer una rutina y lavarlos de forma periódica para evitar que acumulen suciedad y perjudiquen el manto del animal.
2. El cepillado del pelo del perro se recomienda hacer siempre en la dirección del manto. En los perros de pelo largo, podemos humedecer primero el manto con un acondicionador o producto especial para ellos y, tras el cepillado, secarlo.
3. Si el perro se muestra inquieto y/o nervioso, intenta relajarlo con masajes, premios... para que así relacione los cepillos y el momento del cepillado con estímulos positivos.  Forzar al perro a quedarse quieto mientras lo cepillas solo provocará en él más miedo y rechazo, e incluso, puede desencadenar una actitud agresiva si se siente muy amenazado. Y si no sabes cómo manejar la situación, no dudes en acudir a una peluquería canina cualificada y de confianza.

Mantener aseado a nuestro perro es fundamental para asegurar su salud y bienestar general.